viernes, 14 de agosto de 2009

"Enseñar la comprensión y la ética en la escuela" Reflexiones.

Por María de Lourdes González
Resumen.


El plagio académico es un cáncer muy arraigado en la comunidad académica y sólo a través de las buenas prácticas de enseñanza puede erradicarse, ya que constituye un delito de orden legal. Así como la ignorancia resulta contraproducente en el ámbito educativo, también la ignorancia en el orden moral ha llevado a los hombres a confundir ley con poder, y eso representa un peligro para la democracia de los pueblos. Las escuelas tienen delante una tarea grandiosa: enseñar a las nuevas generaciones que la comprensión y la humanidad son nuestro destino planetario.

Introducción.
El plagio, el fraude y todas las manifestaciones destructivas que se observan alrededor de los hombres, son síntomas de la decadencia moral por la falta de comprensión hacia nuestros semejantes y la naturaleza.

Es tan recurrente este comportamiento, que pareciera que esta tendencia a la destrucción y a la intolerancia son provocados por el efecto que tiene en nosotros nuestra condición atómica. El universo crea a partir del caos y quizá es a través del caos que el hombre crea conciencia de su humanidad.
Los avances en ciencia y tecnología no tienen sentido, si no se utilizan en beneficio del hombre y la naturaleza. Aunque la historia muestra que el hombre no aprende de sus errores, en los centros educativos urge conducir a las nuevas generaciones a la comprensión y ética para recuperar la condición que nos distingue de las demás especies: la racionalidad.
A) El plagio y el fraude en el trabajo científico.


La deshonestidad intelectual, es sin duda un acto deshonroso, sobre todo cuando es exhibido el delito; pero ¿qué tan culpable es una persona, si no sabe que está cometiendo una falta? Sabemos que en las escuelas no se enseña a los estudiantes las normas para citar las ideas, palabras o párrafos de las obras de otros; por lo que el plagio es práctica común en el ambiente académico.
Esa falta de formación como científicos a la que alude Rojas Soriano (1999) en su artículo, es precisamente la causa de que muchas personas ignoren que están cometiendo plagio. En mi opinión, no cabe la posibilidad de que una persona que se dedica a hacer investigación, se exponga al desprestigio sabiendo que es un delito; más bien es práctica cotidiana de los escritores inexpertos.
Según Girón, S.J. (2008) se incurre en el plagio por razones que van desde la inseguridad de pensar por sí mismos, por pereza, por miedo y en la mayoría de las ocasiones por ignorancia. Esta práctica tan común en nuestro país, es posible erradicarla, si se alerta a los estudiantes de la tipificación a la que corresponde el delito del plagio y se le enseña a citar de acuerdo a la norma.
Así, el proceso de la investigación inicia con aprender las reglas para citar de forma correcta, ya que plagiar conlleva dos clases de delitos, "usar ideas, información o expresiones de otra persona sin darle el debido reconocimiento (esto constituye robo de propiedad intelectual). Hacer pasar las ideas, información o expresiones de otra persona para obtener buenas calificaciones u otras ventajas (esto constituye fraude)". (Girón, 1998).
Enseñar para respetar las ideas ajenas, los derechos de terceros, es una labor que requiere del apoyo de los profesores y representa el inicio hacia una cultura fincada en los valores y la comprensión, ya que todos tenemos derecho a que se respete nuestro trabajo, ideas e idiosincracia.
B) Enseñar la comprensión y la ética del género humano.
Todos los males que aquejan a la humanidad, tienen su origen en la incomprensión; por naturaleza somos seres sociales y sin embargo no sabemos convivir; las disputas comienzan con aquellas personas que no comulgan con las ideas propias o aquellas que tienen lo que deseamos y en ese juego de negación de los derechos ajenos, se han dado las guerras.
Como testigos de la historia, hemos presenciado esa falta de comprensión hacia la ideología y derechos de las sociedades, a su libertad de pensar y creer en lo que les acomoda; pero también hemos sido espectadores a distancia de la bestialidad que el conocimiento puede generar en manos de individuos irracionales.
La ciencia y la tecnología deberían tener como fin la generación de mejores condiciones de vida para la especie humana; cada nuevo descubrimiento, que en sus inicios se realizó para comprender el comportamiento de la naturaleza, también se está utilizando para aniquilar más personas con menos recursos, porque la guerra es una industria costosa. Esa falta de moral que se vislumbra, representa una amenaza para la especie humana y el planeta.
Conscientes del peligro que conlleva la falta de normas para vivir dentro del mundo, la única solución para la supervivencia, radica en comprender que no hay verdades absolutas; así "el problema de la comprensión se ha vuelto crucial para los humanos y esa debe ser una de las finalidades de la educación para el futuro [...]; enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad" (Morín, 1999).
También la comunicación se hace difícil por esa falta de comprensión y por el egoísmo que nos corroe el espíritu; así comienzan las injusticias. Omar Khayyam (1040-1121?), poeta persa escribió: "La justicia es el alma de este mundo, y este mundo es su cuerpo y nada más; sus sentidos, los ángeles; sus miembros, las cosas en si inmensa variedad: Lo cierto es sólo la Unidad Eterna, mentira lo demás". La justicia es el camino a la paz mundial.
Vivimos en un mundo de verdades a medias, recreadas por el individualismo, la autocompasión y la injusticia; enseñar para la comprensión pudiera ser una opción para evitar los problemas de conducta característico de quien se sobrevalora ya que "el egocentrismo cultiva la self-deception, traición a sí mismo engendrada por la autojustificación y la tendencia de adjudicar a los demás extraños o no, la causa de todos los males" (Morín, 1999) por no querer asumir la responsabilidad de nuestros actos, para bien y mal.
Egocentrismo y etnocentrismo, la pródiga tierra en la que germinan las xenofobias, son términos que actualmente ya no tienen sentido a raíz de la decodificación del genoma humano; somos iguales; genéticamente compatibles y está comprobado que no hay diferencias cromosómicas sustanciales entre los grupos humanos de la Tierra. La supuesta supremacía racial, quedó sin fundamento; la violencia que se genera contra algunos pueblos, por las diferencias físicas y religiosas, son sólo el fruto de la decadencia moral de las sociedades agresoras y la historia nos enseña que los pueblos cuando llegan a este punto, tienden a desaparecer.
Hombres de todas las épocas, han envilecido lo humano por su irracionalidad. La conciencia humana es compleja, por lo que la meditación, "la práctica mental de autoexamen permanente de sí mismo es necesaria, ya que la comprensión de nuestras propias debilidades o faltas es la vía para la comprensión de los demás" (Morín, 1999).
Es innegable que algunos países han prosperado aniquilando poblaciones enteras por considerarlas inferiores; sin recapitular que dentro de nuestra condición imperfecta, solamente podemos aspirar a la perfección de nuestra condición humana. Para Erick Fromm (1966), la cuestión decisiva consiste en lograr condiciones que ayuden a devolver la vida al hombre [...], un renacimiento del humanismo [...]; la lucha común contra la idolatría, la liberación y el despertar de la humanidad entera.
Sin embargo, para la sana convivencia entre los individuos, se requiere la tolerancia nacida de la comprensión. Nos ha tocado vivir en una época en la que somos ajenos entre sí, la violencia impera como si fuéramos responsables de las frustraciones de unos y de las ambiciones desmedidas de otros y aún así, la sobriedad es la postura que más conviene para no perder la racionalidad.
A pesar de la intolerancia y la hostilidad contra algunos grupos étnicos, la evolución de la especie humana no se puede detener y curiosamente su aliada ha sido la tecnología. Las telecomunicaciones han abierto la puerta para que se dé la diversidad genética; la raza cósmica de José Vasconcelos se está gestando; la comprensión, la ética y culturas del planeta tienen que entrar en un proceso de cambio de paradigmas que nos lleve a vivir en armonía.
Según Edgar Morín (1999), "la comprensión entre sociedades presume sociedades democráticas abiertas". Los gobernantes no deciden el futuro de los ciudadanos, ni el destino de los pueblos porque eso constituye una traición a la democracia y a sus leyes. Enseñar la democracia conlleva a enseñar a vivir con dignidad, a roper las cadenas de la sumisión y la ignorancia, a tomar las riendas de nuestro destino como miembros de una sociedad, a liberarse de la tiranía de los ambiciosos; vivir en un régimen democrático es tener conciencia de libertad y resposabilidad social, es valorarse como persona.
"La experiencia del totalitarismo ha revelado un carácter fundamental de la democracia: su vínculo con la diversidad" (Morín, 1999), lo que constituye un sistema complejo por la diversidad de ideas e intereses. La democracia se rige por medio de leyes, que son el freno de conductas antisociales; sin embargo todo ello "depende de las condiciones que dependen de su ejercicio (espíritu cívico, aceptación de la regla del juego democrático)" (Morín, 1999).
Paradójicamente, los avances en ciencia y tecnología por su grado de especialización, constituyen el antídoto contra la democracia. La sociedad requiere ir avanzando al mismo ritmo del progreso, tomar conciencia de su resposabilidad planetaria y aprender que la intolerancia, la indignidad unida a la ignorancia y la locura ocasionada por la incomprensión, ponen en peligro el destino mundial.
Haciendo un análisis retrospectivo en la historia, la situación actual de nuestro mundo, es parecida a la del Imperio Romano antes de sucumbir: decadente,inmoral, intolerante, vengativo, ambicioso y su destino fue la destrucción. El hombre no puede sobrevivir en esas condiciones.
En una novela de Jane Taylor Cadwell (1983), se lee una cita que nos muestra el destino de los pueblos decadentes:

¡Sic transit Roma! ¿Sic transit América? Oremos para que no sea así, o arrastraremos con nosotros nuestro mundo, al igual que Roma arrastró tras sí al suyo, y otra larga noche de la Edad de las Tinieblas caerá sobre nosotros. Pero ¿cuándo -como Aristóteles se lamentaba- han aprendido los hombres de la historia? Ostende nobis, Domine, misericordiam, et salutare tuum da nobis (Señor, hacednos sentir los efectos de vuestra misericordia y dadnos vuestra salvación).
Así como ¿pasó la gloria de Roma! (¡sic transit Roma!) puede pasar la gloria del mundo (sic transit mundi). Por eso hay que aprender que la Tierra es la casa de todos, y todos tenemos derechos y obligaciones para con la casa. La humanidad es la semilla que debemos sembrar en la mente de las nuevas generaciones, para no sucumbir como especie; enseñar la comprensión y la ética del género humano, son conceptos que pueden reinvindicarnos con nuestra condición planetaria.

C) Promoviendo la conciencia ética en la sociedad.
Siendo la familia el núcleo de la sociedad y en donde se gestan los primeros aprendizajes, la lógica señala que la conciencia ética se cultiva desde el hogar. Sin embargo, la escuela, segundo hogar de niños y jóvenes también son espacios para promover lecciones de ética práctica, a través del ejemplo de sus profesores; estos aprendizajes son tan significativos como los que aprenden de sus padres.
La escuela en sus inicios era promotora de valores éticos, cívicos y morales; además del conocimiento o habilidades que se pudieran adquirir. Quienes nos dedicamos a la enseñanza tenemos que recuperar esos objetivos que daban sentido a las instituciones educativas a través del ejemplo, haciendo de nuestro quehacer una profesión que enaltezca la práctica docente; devolviéndole la dignidad al oficio que ejercemos.
No olvidarnos que las primeras lecciones son las más significativas en la vida de una persona, porque dejan una huella imborrable en la mente y tanto el ámbito laboral e investigativo, están demandando personas con conciencia ética y actitudes críticas para avanzar hacia el desarrollo integral de las sociedades.

Conclusión.
Los avances en ciencia y tecnología están siendo utilizados para mejorar las condiciones de vida de las personas, pero también para aniquilarlas por resultar incómodas para gobiernos dirigidos por personas intolerantes e inmorales; enseñar la comprensión y ética del género humano es una opción para retrasar la decadencia en la que se está sumiendo el género humano.
El odio, la venganza, la ambición desmedida y la intolerancia nos involucionan. Tenemos que recuperar la humanidad que nos caracteriza como especie, para evolucionar en el camino de la convivencia planetaria.
Las instituciones educativas tienen una gran reponsabilidad social, porque también ahí, se forman los buenos ciudadanos, las personas íntegras y responsables para sí mismos y con la sociedad. La democracia es uno de nuestros derechos para convivir dentro de la civilidad y no podemos perderla.
La erradicación de delitos inconscientes se puede lograr a través de una práctica docente responsable y al mismo tiempo dignificar esta actividad profesional.
Referencias.
Fromm, E. (1966) "y seréis como dioses". Reseña. Recuperado el 10 de agosto de 2009 de http://www.lecturalia.com/libro18488/y-sereis-como-dioses
Girón, S.J. (2008) "Fraude=Robo de ideas". Recuperado el 10 de agosto de 2009 de http://www.usergioarboleda.edu.co/libro%20plagio.pdf
Khayyam, O. (1040-1121?) Poemas. Recuperado el 10 de agosto de 2009 de http://amediavoz.com/khayyam.htm#LAVIDAUNIVERSAL
Morín, E. (1999) "Los siete saberes necesarios para la educación del futuro". Correo de la UNESCO
Rojas, R. (1992) "Formación de investigadores educativos". México: Editorial Plaza y Valdés.
Taylor, J. (1983) "La columna de hierro. México: Editorial Grijalbo.

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